"Quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra"

Del santo Evangelio según San Juan (Jn 8,111)

sábado, 11 de diciembre de 2010

Tema de Actualidad: Materialismo

Como tema de actualidad decidimos hablar sobre el Materialismo, ya que se acerca la Navidad y es lo de lo que todos creemos que se tratan estas fechas:

Materialismo:

Escuchamos el término y no sabemos ni a que se refiere, no nos damos cuenta de que vivimos diariamente con él. ¿Cuántas veces no nos ha sucedido que vemos a alguien y lo juzgamos por lo que lleva puesto? ¿Por cómo se ve? muchísimas veces vemos en revistas o en la televisión a una mujer con ropa cara y de la última temporada e inmediatamente deseamos ser ella. No solo en revistas sucede eso, en la vida diaria, juzgamos por lo que tiene y no por lo que es. Otro ejemplo perfecto seria la navidad. 

Nos emociona el concepto navidad, pero no por la venida de Jesús, no por la familia reunida, sino por los regalos. ¿Qué me vas a regalar? ¿Qué quiero esta navidad? ¿Qué me va a traer santa? todo es material.



Deberíamos de hacernos las mismas preguntas pero de un modo más espiritual, ¿qué me vas a regalar? te pregunta Jesús. ¿Un auto, un juguete, una bolsa? esas cosas son inútiles para él, ¿qué tal una sonrisa, ayudar a alguien, ofrecer algo? ese tipo de cosas deberíamos regalarle. ¿Qué quiero esta navidad? ¿Un abrigo nuevo, un iPod, un perfume? en vez de eso deberíamos pedir algo como valor, amor, un amigo, un día soleado. Ese tipo de cosas deberíamos de pedir esta navidad, no solo cosas materiales. La próxima vez que alguien te llame la atención que sea porque irradia felicidad, no por lo que lleva puesto.

Porque el verdadero regalo de la Navidad... ¡Es Jesús!

jueves, 2 de diciembre de 2010

Vida Ejemplar: Esposos Beatos

La virtud del matrimonio ya no es muy fortalecida por las nuevas generaciones. Así que como muestra de vida ejemplar, queremos mostrarles a los beatos: 

LUIGI Y MARÍA CORSINI BELTRAME QUATTROCCHI

   Esposos Beatos

Un pequeño video de una canción sobre el matrimonio respecto a Luigi y María

Sin duda hay millares de esposos santos pero los Beltrame son la primera pareja en ser beatificados. S.S. Juan Pablo II, consciente de la necesidad de modelos de santidad para los matrimonios, ha demostrado interés por canonizar a matrimonios.
María Corsini nació en Florencia el 24 de junio en 1881; Luigi Beltrame nació en Catania el 12 de enero de 1880. Ambos se conocieron en Roma cuando eran adolescentes y se casaron en la basílica Santa María la Mayor el 25 de noviembre de 1905.

Ambos crecieron en familias católicas y desde pequeños practicaron fervientemente su fe, asistiendo todos los domingos a la Santa Misa y participando de los sacramentos. Criaron también a sus hijos en los principios y valores de la fe católica.




En 1913, pasaron una dura prueba, el embarazo de María tuvo serias complicaciones y los médicos pronosticaban que ni la madre ni el niño sobrevivirían al parto. Los doctores manifestaron que un aborto podría salvar la vida de la madre. Ella, consultando con su esposo, decidió confiar en la protección divina de Dios. Después de un difícil embarazo, madre e hijo sobrevivieron milagrosamente. La prueba fortaleció aun más la fe de la familia.

María dio a luz a tres niños más; los dos varones fueron sacerdotes: Filippo, quien es ahora Mons. Tarcisio de la diócesis de Roma y Cesare, ahora el P. Paolino, monje trapense.

La mayor de las hijas, Enrichetta, la que sobrevivió el difícil embarazo, constituyó un hogar santo; mientras que su hermana Stefania ingresó a la congregación de los benedictinos, conocida como la Madre Cecilia,  quien falleció en 1993. Los tres hermanos estuvieron presentes en la beatificación de sus padres. Los dos hijos sacerdotes concelebraron en la misa.




La familia Beltrame Quattrochi fue conocida por participación en muchas organizaciones católicas. Luigi fue un respetado abogado, quien ocupó un cargo importante dentro de la política italiana. María trabajó como voluntaria asistiendo a los etíopes en dicho país durante la segunda guerra mundial.

El beato Luigi murió en 1951, y María, su fiel esposa, en 1965.

lunes, 22 de noviembre de 2010

El Adviento: Preparándose para la llegada del Señor

La Iglesia celebra de la llegada de Cristo con los hombres con una gran fiesta a la cual le llamamos Navidad. Esta fiesta es tan importante para los cristianos que la Iglesia, antes de celebrarla, prepara a sus hijos durante el periodo conocido como Adviento. La palabra Adviento significa “llegada” y claramente indica el espíritu de vigilia y preparación que los cristianos deben vivir. Al igual que se prepara la casa para recibir a un invitado muy especial y celebrar su estancia con nosotros, durante los cuatro domingos que anteceden a la fiesta de Navidad, los cristianos preparan su alma para recibir a Cristo y celebrar con él su presencia entre nosotros.

Es un tiempo para tomar conciencia de lo que vamos a celebrar y de preparación espiritual. Durante el Adviento los cristianos renuevan el deseo de recibir a Cristo por medio de la oración, el sacrificio, la generosidad y la caridad con los que nos rodean, renovarnos procurando hacer mejor nuestra vida para recibir a Jesús. El color morado de los ornamentos usados en sus celebraciones nos recuerda la actitud de penitencia y sacrificio que todos los cristianos debemos de tener para prepararnos a tan importante evento.
La Corona de adviento representaba el ruego al sol para que regresara con su luz y calor durante el invierno. Los cristianos, para prepararnos a la venida de nuestra LUZ y VIDA, la Natividad del Señor, aprovechamos esta “Corona” como medio de esperar a Cristo y rogarle infunda en nuestras almas su luz.

El follaje verde representa que Cristo está vivo entre nosotros, además su color nos recuerda la vida de gracia, el crecimiento espiritual y la esperanza que debemos cultivar durante el Adviento. Las cuatro velas representan los cuatro domingos de Adviento. Las tres primeras que se encienden son de color morado para recordarnos el espíritu de vigilia, penitencia y sacrificio que debemos tener para prepararnos para la venida de Cristo. La última es de color rosa o blanco y manifiesta la alegría de que el nacimiento del Señor está muy cerca. En Navidad las velas moradas son substituidas por otras de color rojo que simboliza el espíritu festivo de la reunión familiar.
En ocasiones todas las velas se substituyen por velas rojas y en el centro se coloca una vela blanca o un cirio simbolizando a Cristo como centro de todo cuanto existe. La luz de las velas simboliza la luz de Cristo. La luz de la vela blanca nos recuerda que Cristo es la luz del mundo.

lunes, 15 de noviembre de 2010

"Quien esté libre de Pecado que tire la Primera Piedra"





Del santo Evangelio según San Juan (Jn 8,111)



Ya que es nuestra primera entrada, nos gustaría hablar del pasaje de nuestro título.

«En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos. Al amanecer se presentó de nuevo en el templo y todo el pueblo acudía a él, y, sentándose, les enseñaba.
Los letrados y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio y, colocándola en medio, le dijeron:
—Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras. Tú, ¿qué dices?
Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en el suelo. Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo:
—El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra.
E inclinándose otra vez, siguió escribiendo. Ellos, al oírlo, fueron escabulléndose, uno a uno, empezando por los más viejos, hasta el último. Y quedó solo Jesús, y la mujer en medio, de pie. Jesús se incorporó y le preguntó:
—Mujer, ¿dónde están tus acusadores? ¿Ninguno te ha condenado?
—Ella contestó:
—Ninguno, Señor.
Jesús dijo:
—Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más».

En pocas palabras, Jesús lo que hizo fue ir a la raíz del problema, y dejará que cada uno actúe en consecuencia. Pero, ¿Qué quiere decir esto?

Jesús nos dice que debemos preocuparnos por nuestros propios problemas y no por los de los demás, puesto a que no puedes ayudar si no te has ayudado a ti.

NUNCA debemos juzgara nadie, así sepamos que en verdad están cometiendo pecados, debemos ser tolerantes con el pecado, si el que peca Dios lo mira con misericordia. Dios Ama al pecador, mas no al pecado.

Aunque es cierto, no debemos juzgar, pero eso no impide que podamos ver las fallas de los demás, es decir, juzgar se refiere no sólo a reconocer la falta, sino también a dictar sentencia, en eso es donde no debemos meternos, ya que no nos compete.

Hay algo muy claro aquí, todos pecamos, de una u otra manera, y como ya lo mencionamos antes, nadie de nosotros tenemos el derecho a juzgar al otro. El único que puede juzgar es Dios.

Antes de ser nosotros jueces dejemos que sea Dios quien marque sentencia.