"Quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra"

Del santo Evangelio según San Juan (Jn 8,111)

lunes, 15 de noviembre de 2010

"Quien esté libre de Pecado que tire la Primera Piedra"





Del santo Evangelio según San Juan (Jn 8,111)



Ya que es nuestra primera entrada, nos gustaría hablar del pasaje de nuestro título.

«En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos. Al amanecer se presentó de nuevo en el templo y todo el pueblo acudía a él, y, sentándose, les enseñaba.
Los letrados y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio y, colocándola en medio, le dijeron:
—Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras. Tú, ¿qué dices?
Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en el suelo. Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo:
—El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra.
E inclinándose otra vez, siguió escribiendo. Ellos, al oírlo, fueron escabulléndose, uno a uno, empezando por los más viejos, hasta el último. Y quedó solo Jesús, y la mujer en medio, de pie. Jesús se incorporó y le preguntó:
—Mujer, ¿dónde están tus acusadores? ¿Ninguno te ha condenado?
—Ella contestó:
—Ninguno, Señor.
Jesús dijo:
—Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más».

En pocas palabras, Jesús lo que hizo fue ir a la raíz del problema, y dejará que cada uno actúe en consecuencia. Pero, ¿Qué quiere decir esto?

Jesús nos dice que debemos preocuparnos por nuestros propios problemas y no por los de los demás, puesto a que no puedes ayudar si no te has ayudado a ti.

NUNCA debemos juzgara nadie, así sepamos que en verdad están cometiendo pecados, debemos ser tolerantes con el pecado, si el que peca Dios lo mira con misericordia. Dios Ama al pecador, mas no al pecado.

Aunque es cierto, no debemos juzgar, pero eso no impide que podamos ver las fallas de los demás, es decir, juzgar se refiere no sólo a reconocer la falta, sino también a dictar sentencia, en eso es donde no debemos meternos, ya que no nos compete.

Hay algo muy claro aquí, todos pecamos, de una u otra manera, y como ya lo mencionamos antes, nadie de nosotros tenemos el derecho a juzgar al otro. El único que puede juzgar es Dios.

Antes de ser nosotros jueces dejemos que sea Dios quien marque sentencia.

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